La mentira es más contaminante que la minería”, con estas palabras el gobernador Gioja definió un preconcepto acerca de lo que la actividad económica minera puede llegar a contaminar el medio ambiente. Los “verdes” ecologistas, bien intencionados, son seducidos al accionar anti minero por la mentira de los publicistas verdes, que generan programas como La Liga, que sostenían que el boro y el arsénico que Veladero aportaba al río Jáchal era causante de patologías cancerígenas, nada mas falso que esto. Hay expertos que desde hace más de 100 años vienen hablando de la contaminación del río Jáchal, como lo señala la excelente nota del ingeniero Juan Carlos Perucca, profesor emérito de la UNSJ, publicado por DIARIO DE CUYO el pasado 27 de septiembre.
Se ha concluido que el boro y el arsénico con el que está contaminado el Río Jáchal tiene antecedentes geohídricos que se remontan a la protohistoria y la solución para eliminar esa fuente de contaminación no es técnicamente viable. Sin embargo, estudios del CRAS, de OSSE y de la UNSJ encontraron una solución alternativa al problema del boro y del arsénico de las aguas. Con fondos provenientes de las regalías mineras, se realizaron las obras que posibilitaron finalmente dotar a Jáchal de agua, prescindiendo utilizar la de su río. Por cuestiones privadas vinculadas a Jáchal, me indigno cuando se miente sobre el potencial de este departamento. Estoy convencido de que en un futuro Jáchal será más importante que la capital provincial, con su minería, las rutas 150 y 40, la horticultura y la agroindustria derivada, la producción de forrajes y la reinstalación de las actividades pecuarias desalojadas por la soja, de la Pampa Húmeda, harán de nuestro querido Jáchal el imperio del Norte sanjuanino, como es Río Cuarto del Sur cordobés.
Volvamos a la mentira que tanto enoja, y con sobrada razón a nuestro Gobernador, y a todos los que pensamos como él. Preguntémonos ¿cuál es el objeto de la mentira de los “verdes” para oponerse a la minería? Analicemos las distintas alternativas: Que el riesgo del derrame de cianuro contamine el medio ambiente. Es cierto, ese riesgo existe, como también existe el riesgo que hoy de mañana cuando vayamos atravesando la calle nos lleve por delante un auto y nos mate. Ante ésto cabe preguntarse, ¿son tan torpes el Estado y la policía minera que no arbitrará los medios para que ello no suceda? ¿Serán tan ineficientes nuestras universidades que no hayan sumado a la inteligencia natural de sus educandos, los conocimientos actitudinales y aptitudinales a nuestros profesionales, ya graduados, en química, en geología, en ingeniería minera, etc. para evitar estas catástrofes tan tétricas que predicen los “verdes”? Siendo el cianuro uno de los insumos de mayor importancia de la actividad minera, ¿son tan torpes las empresas mineras de no tratan de recuperarlo para su reaprovechamiento? Cualquiera que esté más o menos al tanto del desarrollo de la minería como actividad económica verá publicaciones ofreciendo becas para que especialistas hagan trabajos de investigación acerca de los mejores procedimientos tecnológicos para la recuperación del cianuro, elemento que sin duda alguna a la empresa minera le interesa recuperar cuando ya está usado para volverlo a utilizar en forma continua en el proceso minero. Veamos alguna otra alternativa como posible generadora de las “mentiras verdes”. Preguntémonos ¿qué es el oro?: desde el punto de vista de la filosofía, teoría y praxis económica, el oro es una mercancía y así se viene poniendo de manifiesto desde tiempos inmemoriales, desde antes de nuestra era cristiana. Desde entonces la ciencia económica tomo, definitivamente, al oro como la mercancía patrón de valor o mercancía referencia de valor y no hay tratadista importante sobre economía que no haya hecho referencia a este tipo de mercancía, especialmente Ricardo Cantillos, Adam Smith, David Ricardo y su seguidor en teoría económica Carlos Marx. Pues bien, como párvulos analistas económicos nos preguntemos ¿a quien estorba que se aumente el stock de la mercancía oro en el mercado global? Inmediatamente tendremos la respuesta: si el oro es una mercancía y ésta mientras mas abunda menos vale, yo que soy poseedor de una gran cantidad de mercancía oro, actuaré como la filosofía del Homo economicus determina: Trataré por todos los medios que mi mercadería oro no baje de valor, para ello evitaré por todos los medios disponibles que se aumente la cantidad de oro existente (stock). Conclusión: ¿Se deberá a ello la gran mentira de la contaminación de la minería?
LICENCIADO LUIS E. BÁRRIGA BLANCO
DOCENTE ASOCIADO Cátedra HISTORIA Económica MUNDIAL Y ARGENTINA FCE Y E UCC.
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